jueves, 28 de abril de 2011

Antimateria a lo grande

La antimateria no es algo tan raro como podría sugerir su nombre. Tenemos antipartículas a nuestro alrededor que se crean y se destruyen contínuamente. Como ya comenté en una entrada anterior, cuando una partícula se encuentra con su correspondiente antipartícula ambas desaparecen y en su lugar aparece luz (radiación gamma). La materia es mucho más abundante que la antimateria (se desconoce el por qué de esta falta de simetría) y por eso la vida media de una antipartícula es muy corta. Un positrón en seguida encuentra un electrón en el aire o en cualquier material y se desintegra.

Núcleo de antihelio-4: dos antiprotones (p) y dos antineutrones (n)
Lo que es menos corriente es encontrar átomos de antimateria. Para ello se necesitan grandes aceleradores de partículas que producen choques a gran velocidad. En estos violentos choques se generan partículas y antipartículas de distinto tipo. Si se dan las condiciones, algunas de las antipartículas se encuentran ligadas formando antiátomos (antinúcleos, en realidad) de la misma forma que lo hace la materia ordinaria. En los años 60 y 70 se consiguieron crear los dos antiátomos más ligeros, pero hasta hoy no se había dado el siguiente paso:

Antimateria pesada en un experimento (El País)
Producen el mayor núcleo de antimateria jamás producido en un laboratorio (ABC)

Primero fue el antihidrógeno pesado, hecho de un antiprotón y un antineutrón. Después se creo el antihelio-3, con dos antiprotones y un antineutrón. Ahora se ha batido el record creando un núcleo de antihelio-4: dos antiprotones ligados a dos antineutrones.

Acelerador RHCI (EEUU) donde se ha creado el antihelio-4
La detección del antihelio-4 se ha producido en el acelerador RHIC (EEUU) al hacer colisionar mil millones de átomos de oro. El análisis de los datos de estas colisiones ha llevado meses.

Vista aérea del acelerador RHIC

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